Mejorar la calidad de la piel es uno de los factores más importantes para lucir más rejuvenecido y visiblemente descansado y con buena cara. 

Lo ideal es una valoración con el médico para un correcto diagnostico e identificar las necesidades que tiene tu piel.

El peeling químico es un tratamiento que tiene como objetivo la renovación celular acelerada de las capas de la piel para limpiar, hidratar, despigmentar, mejorar la calidad de la misma, etc. 

Tipos de peeling

Existen distintos tipos de peeling dependiendo de diversos factores como las necesidades de la piel. Los tipos de peelings varían en función de su concentración o del agente utilizado.

Según su concentración podemos diferenciar 3 tipos:

• Peeling superficial: suele dejar un enrojecimiento y no tiene una descamación visible. Como el nombre indica, trata la capa más superficial de la piel. Se utiliza, sobre todo, para tratar marcas de acné, arruguitas finas, poros abiertos o para dar luminosidad. 

• Peeling medio: actúa a nivel de epidermis y dermis superficial. En este tipo de peeling la descamación es mayor ya que tiene como objetivo eliminar las arrugas finas y medias, manchas, etc., Necesitamos una renovación celular mayor para eliminar las capas y hacer desaparecer las manchas, por ejemplo. 

• Peeling profundo: este peeling consigue actuar sobre las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas solares, etc. 

Para qué sirve el peeling: 

• Marcas de Acné

• Acné

• Manchas solares

• Poros abiertos

• Arrugas finas, medias y profundas

• Textura de la piel

• Uniformidad de la piel 

Este tratamiento se realizará imprescindiblemente, bajo una previa valoración con el equipo médico. No existe un tratamiento general para todo el mundo, influyen distintos factores que valorará el equipo médico.